El delta del Mekong

Estresadas de los 3 días que habíamos pasado en Saigon (o Ho Chi Minh City, como se llama la ciudad en la actualidad), entre el caos circulatorio, los animalitos y bichitos desagradables que se cruzan por tus piernas, y la gente que quiere timarte por todas partes.... decidimos ir a relajarnos a los pueblos del delta del Mekong.

Y decidimos ir por nuestra cuenta, nada de fantásticos y baratísimos tours. Ya nos habíamos sentido suficientemente estafadas en lo que llevamos de viaje por Vietnam. Así que cogimos un autobús (o más bien un minibus) y nos fuimos a Ben Tre, el pueblo más remoto y menos turístico de todos, según la Lonely Planet.

“Lo mejor que hay en Ben Tre. Tiene habitaciones impolutas con baño”…....así describe La Loly (como ya le llamamos a la Lonely Planet) un hotel que en el pasado sería glorioso pero que en la actualidad es un cuchitril, no hay más que mirar las fotos de su hall... Así que nos decidimos y fuimos en busca de un alojamiento digno. 4 edificios más allá estaba el que sería nuestro hogar por una noche. Sí, una sola noche, que si el delta del Mekong tiene encanto, no es entre las calles de Ben Tre, desde luego!

Otro lugar que “ La Loly” menciona es Can Tho, así que en un minibus estilo vietnamita y lleno, pero lleno lleno, de lugareños, recorrimos el camino entre los puentes sobre el río Mekong. 4 largas horas después, llegamos a nuestro siguiente destino y hogar por un par de días.

Desde Can Tho y en una barquita con ruido de motor que te rompe el tímpano, recorrimos sobre el Mekong los mercados flotantes más concurridos de la zona. La verdad es que el paraje fué precioso y los mecados interesantes. Si no fuera por los cantos de sirena del barco, el paseo de 6 horas hubiera sido genial!

Visto el Mekong, sus mercados (tanto flotantes como no) y recorridos algunos de sus canales, nos tocaba empezar a despedirnos de Vietnam y acercarnos poco a poco hacia la frontera con Camboya.

No tenemos ninguna duda de que tiene mil y un lugares por descubrir, pero Maleta o Mochila se da por satisfecha con todo lo visto y vivido en esta tierra, así que seguimos nuestra ruta.