Siguiendo con la ruta de nuestro viaje, la siguiente parada fue Shanghai. Así pues, cogimos un tren dejando atrás Xi'an y tras 16 horas en una litera de un tren chino, llegamos a destino.
15 millones de personas que comparten esta ciudad con cientos y cientos de turistas chin@s y no chin@s.
Nosotras, cansadas de tanta ciudad, tanta gente y tanto turisteo, optamos por pasear por Shanghai y disfrutar de ella caminando. Fue así como descubrimos rascacielos sin fin, calles con cientos de tiendas de todo tipo donde se agolpan turistas, parques, templos, jardines y algún que otro lugar especial donde cenar, pasear casi solas y contemplar.
Pero Shanghai tenía 2 sorpresas; la primera se llama Silvia y la segunda Laia. No, no penséis que fue una sorpresa encontrárnoslas, no. La sorpresa estuvo en descubrir junto a ellas una China diferente. Una China real. Una China más cercana.
Estas 2 amigas, a diferencia de nosotras, conocen China desde dentro y la entienden y comprenden gracias a que dominan el idioma.
Que suerte la nuestra! Por fin teníamos con quien compartir nuestras impresiones y contrastar nuestras percepciones. Una vez más pudimos comprobar que visitar un país no tiene nada que ver con conocer un país. Quizá en Shanghai estuvo el punto de inflexión de nuestra ruta por este gran país.
A lo anterior se le suma que en este año 2010 la Expo se celebra allí y que tanto Silvia como Laia trabajan allí. Así pues, aunque no muy convencidas, decidimos pasar una tarde con Silvia visitando la Expo y la verdad es que nos gustó.
Aunque hasta las 18.00 aproximadamente había bastante gente (al día hay una media de 400.000 personas), a excepción de en las colas de entrada a los pabellones, no se aprecia ya que la de Shanghai es la Expo más grande hasta ahora organizada y esto permite poder disfrutar de los pabellones, aunque solo sea desde fuera. Nosotras visitamos los de España y Australia, y los stand de Bilbo y Barcelona.
Al anochecer, vino Laia y junto a ella, la Expo fue enseñándonos su otra cara. La solitaria. La iluminada. La que guarda fiestas privadas en remotos pabellones y la que invita a diferentes conciertos. Así pues, lo que creíamos una tarde agobiante en la Expo, nos resultó una tarde-noche diferente y agradable.
Una vez más, agradecer infinito a Silvia y a Laia el compartir su tiempo, su conocimiento, su experiencia y su amor por China con nosotras.
Nota: Estamos subiendo las fotos de Shanghai poquito a poco... pero es tan rápido como los medios técnicos nos lo permiten. Un poquito de paciencia por favor!!
Si queréis ver las fotos de Shanghai, ya sabéis...
http://www.flickr.com/photos/50288028@N07/4711222732/in/set-72157624300031854/